Allá por 1995 jugaba un torneo federado en Javea, tuvo que llevarme mi abuelo y allá que fuimos casi toda la familia, al acabar me abuelo no paró de decirme que debía mejorar el saque, meter más saques. Por mil motivos diferentes dejé de competir a ese nivel y me centré en los torneos sociales de mi club (y en muchas otras cosas).
En todos estos años siempre había tenido esa espinita clavada de volver a competir, porque aunque no he parado de hacerlo hasta hace nada, los torneos federados estaban como… lejos.
Estos dos pasados años no he parado de comentarlo que mi objetivo era volver, más pronto que tarde. Este finde llegó ese momento. Los nervios, las ganas de hacerlo bien, las rutinas… todo volvió y fue muy emocionante, desde el primer momento hasta el final.
Como dice un buen amigo, ‘creer no es suficiente, pero sí necesario’ y así lo hice para llegar a ese momento en que volví a las pistas para competir… y encima, ellas estaban ahí.
Fui feliz, extremadamente feliz.
🎾💜