Mi idilio con la señorita Croft se remonta al primer Tomb Raider, cuando jugaba en mi viejo Pentium, aquellos míticos juegos donde los píxeles eran tamaño elefante, pero que para la época era todo un avance.
El Tomb Raider se caracterizaba sobre todo en ser un juego de puzles, muy de plataformas con algún toque de acción, pero donde sobre todo darle a la cabeza e intentar resolver qué bloque había que empujar para que 2 pantallas más adelante estuviera esa piedra y así poder saltar a esa plataforma que parecía imposible de llegar, pero que era el único camino para seguir. Eso era Tomb Raider, retos y sobre todo, dificultad.
Han pasado los años y no han parado de salir juegos de la saga para las diferentes sistemas y como no podía ser de otro modo, las plataformas móviles han sido también destino de Lara Croft y sus aventuras.
La última de ellas es Lara Croft GO, un juego de estrategia por turnos donde el objetivo, como en todos los Tomb Raiders, es resolver el puzle para avanzar al siguiente nivel. La diferencia aquí es que hay que calcular cada movimiento, ya que en cada turno, no sólo mueves tú, sino todo tu alrededor también, con lo cual hay que calcular cada movimiento.
Muchos niveles y con una dificultad que va en aumento a cada paso que das, hacen de este Lara Croft Go un juego más que viciante (algo corto tal vez…) y lleno de retos, como por ejemplo es la última expansión, La Cueva de Fuego, que es dificultad máxima al más puro estilo Tomb Raider, y en la cual me encuentro ahora mismo…



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